miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Cómo te animás cuando bailas a desafiar al tiempo?
¿Cómo te olvidás de lo que pasa si te estás moviendo?
¿Cómo te reís y me mentís? ¿Cómo te vas perdiendo?
¿Cómo despegás el suelo? ¿Cómo transitás el duelo?

No di más y le di noches exóticas a mis ideas neuróticas para poder encontrarte.
No hay un consuelo para el duelo más que la resignación, es el dolor o el olvido y este vacío soy yo.
Y en nuestros actos más secretos nos detenemos a pensar, yo anduve algún tiempo muerto, me gusta resucitar.

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